miércoles, 30 de julio de 2014

El estremecedor silencio de los bondadosos. Refundar el capitalismo

"Hay guerra de clases, y es la mia, la de los ricos, la que la esta ganando..."
Warren Buffet, tercera fortuna mundial.
Hubo un tiempo en el que esta frase hubiera sido imposible de pronunciar por un resto de pudor hipocrita, pero pudor al fin y al cabo. Hoy parece que se ha perdido hasta el pudor.
Hace un tiempo hubiera sido inconcebible que los ricos pensaran en terminos de ganar la guerra de clases, en todo caso esperarian reconducirla. Hoy se hacen chistes de mal gusto con ella.
Hoy se puede decir una frase como esta porque la trivializacion de todo, hasta de lo mas sagrado, se ha vuelto la norma.

En los comienzos de la crisis de 2007, se hizo famosa la frase "refundar el capitalismo".
Habia una sensacion clara de que habian fallado instituciones basicas y parecia claro que todo el sistema deberia de ser reformado, al menos en ciertos aspectos muy intimos. Habia un consenso general en torno a esa idea. Se dijo publicamente y se defendio con firmeza por personajes nada excentricos, ni sospechosos de ningun radicalismo. Uno de los que la sostuvo con mayor vehemencia fue Nicolas Sarkozy, presidente de Francia en aquella epoca.
Lo que nadie podia imaginar es que con lo de "refundar el capitalismo" se estuvieran refiriendo en ultima instancia a quitarle trabas, limites y mordazas para que pudiera evolucionar en todo lo que su salvajismo potencial le permitiese.
Devolver el sistema a un estado puro y primordial en el que solo cuenta la fuerza.
Consagrar la "logica de los mercados" como maxima autoridad moral y tirar por la borda todas los avances en politica social.
Todos esos a quienes levantan sarpullidos expresiones como "solidaridad", "estado del bienestar","respeto a los derechos", "redistribucion de la riqueza" etc suspiraron aliviados.
Por fin se habia acabado con todos esos disparates de la igualdad y la solidaridad.

Posiblemente los presidentes y primeros ministros que defendieron que habia que poner coto a los desmanes del capitalismo salvaje, lo hicieron sinceramente. Quizas pensaban de verdad que lo que habia pasado era muy grave y que habia que poner remedios.
La cuestion es que luego aparecieron algunos personajes oscuros y les explicaron con suavidad y discrecion que estaban confundidos, sin maldad, pero equivocados; que quizas no habian entendido un par de pequeños aspectos esenciales y que es posible que por error, solo por error y sin malicia, hubieran olvidado quienes son los verdaderos amos; quizas hubieran perdido, provisionalmente, la perspectiva de donde esta el lugar de cada uno.
"¿Quizas ha olvidado su excelencia quien le paga?" susurraria amablemente alguien en una cena a ese politico que en un arrebato juvenil se habria dejado llevar por el entusiasmo. "Sabemos que usted no es de los que muerden la mano de quien les da de comer" le tranquilizaria otro, ante el respingo y la cara de preocupacion del politico irreflexivo. "Estamos seguros de que usted sabe muy bien cual es su deber" afirmaria convencido un tercero...
Y asi, esos discursos sobre refundaciones, que tantas reminiscencias revolucionarias pueden tener, quedaron arrumbados en algun desvan y las politicas de los diversos paises fueron diseñando una realidad bien distinta: recortar gastos sociales, quitar trabas y regulaciones innecesarias en la relacion laboral, bajar sueldos, reducir prestaciones y "sanear" bancos, que es pagarles sus deudas y su mala gestion entre todos.
En fin hacer una politica "realista" la politica de "lo que hay que hacer".
Nunca en la historia reciente de las democracias el poder ha sido tan descarnado y tan descarado.
Nunca los caciques han demostrado su poder con tanta desfachatez.
Y la mayoria calla. Es estremecedor el silencio de todos esos que se llaman a si mismos "buenos".
¿Quizas la explicacion sea que hablamos de cosas demasiado abstractas, demasiado lejanas?.
Es posible. Asi que vamos a acercarnos a esa pequeñas cosas. A lo que vemos y oimos en el puesto de trabajo...vamos a pegarnos a la realidad.

Pequeñas realidades cotidianas
¿Cuantos han visto como en sus empresas despiden a gente y han callado, han rogado porque no les pase a ellos e incluso han trabajado con mas ahinco con la esperanza de que asi echaran a otros antes?
En estos tiempos de crisis esta de moda la expresion “adelgazar” la estructura empresarial, que no es mas que un eufemismo para referirse al hecho de despedir a gente que cumple a la perfeccion con su trabajo, como forma de elevar los beneficios cuando se es incapaz de elevar los ingresos.
Se esta diciendo a los trabajadores que esta justificado despedir gente, pagar menos indemnizacion, trabajar mas horas y disminuir los sueldos, porque "la cosa" esta muy mal, cuando lo que ocurre es que el señor empresario gana menos dinero. Hay muchas empresas que como ganan menos que el año anterior nos quieren hacer creer que eso es justificacion suficiente para poner gente de patitas en la calle.
Imaginaos, un señor que tiene una empresa y que recibe de ella un sueldo mensual de, pongamos, ocho o diez mil euros ademas de gastos, dietas, etc. Antes, a final de año la empresa le producia de beneficios entre trescientos y quinientos mil euros aproximadamente despues de pagar todo, impuestos incluidos.
Ahora con el mal momento que atravesamos, a ese mismo señor "solo" le quedan doscientos mil euros a final de año. Despues claro, de haber cobrado su sueldo de ciento y pico mil al año, gastos y otras historias.
Ese señor en su preocupacion por la sensible disminucion de sus beneficios, se ve obligado a despedir gente que gana menos de mil euros y a rebajar el veinte por ciento del sueldo a toda la plantilla restante, si quieren conservar el puesto.
"Mira, entiendeme, no es nada personal. La empresa ha disminuido sus beneficios sensiblemente. Si te despido habre "adelgazado" los costes estructurales de mi empresa y la podre hacer mas viable..." y bla, bla, bla.
O sea, para poder ganar mas aun de los cientos de miles de euros que ya gana, priva a un trabajador de sus mil euros, que es todo su dinero. Ese trabajador se tiene que ir a su casa y prescindir de los doce mil euros que ganaba al año, para que otro señor se pueda meter en su bolsillo varios cientos de miles.
Y esto se ve correcto, nadie protesta, nadie alza la voz.
Otra forma de explicarlo: Cuando a un trabajador que gana mil euros al mes, se le baja el sueldo en un veinte por ciento, deja de cobrar 200€. Esa cantidad va a parar al bolsillo de un señor que ya gana varios cientos de miles de euros al año.
Ese sinverguenza, ese que se hace llamar empresario, 200€ se los gasta en una comida o en irse de putas y francachelas. O sea en mantener su nivel de vida habitual.
Para el trabajador, doscientos euros son una parte muy importante de su economia domestica.
Quien se lo quita, lo quiere, en muchas ocasiones, para gastos inconfesables.
¿Que no se creen lo de las putas? Les sorprenderia cuantos recortes sangrantes se estan haciendo en empresas muy conocidas, para poder mantener los gastos en sobornos, en francachelas, o en lujos estupidos de sus estupidos altos cargos.
Ordenarle sin mas a un trabajador, "firma aqui que vas a ganar menos", sin ningun tipo de formalismo, negociacion o contrapartida, es y sera una maldad enorme, por muy legal que sea.
Quien lo haga no se puede ofender, si se le considera, como minimo, un ladron.
Es malo y mala persona el empresario que baja el sueldo a sus trabajadores, sabiendo que el miedo a perder sus puestos de trabajo no les dejara protestar.
Es malo y mala persona el que despide a gente que gana mil euros al mes solo para poder mantener sus ganancias de cientos de miles.
Malo. Estamos tan acostumbrados a las palabras rimbombantes, que si dices de alguien que es "malo" suena infantil. Sin embargo a mas de uno habria que llamarlo simple y llanamente malo."Eres mala persona." o mas en castizo: "eres un hijo de puta"
No estoy hablando en abstracto, todos conocemos a personajes que merecen ser llamados asi y alguno de ellos, hasta hace poco, pasaban por ser bondadosos y desinteresados.
Bajar el sueldo a alguien por muy legal que sea, salvo que se tenga una razon muy poderosa, es una fechoria. Y aun teniendola, es tan grave la decision, que es imprescindible un pacto y un compromiso solemne entre las partes. Algunas empresas serias lo han hecho en otros sitios y les ha ido bien. No desde luego en esta tierra de tramposos.


Joaquin Bretones
Heidelberg julio 2014

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