Esta mañana me he ido a dar una vuelta con la bici y me he encontrado con esto: un huerto donde tu mismo te sirves las flores. La caja es esa huchita naranja encima del bidon amarillo. El cartel de arriba explica las instrucciones:
-elija usted las flores que mas le gusten y cortelas con alguno de los cuchillos o tijeras que hay bajo este cartel.
-si hay barro pongase los zuecos que hay junto al bidon.
-la lista de precios para cada flor es la que hay en este cartel
-multiplique el numero de flores por el precio de cada una y deposite la cantidad en la caja.
-cada 10 flores, la siguiente es de regalo.
Me he estado riendo media hora del ultimo punto. Es el colmo. Te hacen un descuento, porque no pueden imaginar que tu vayas a coger las flores que te parezcan, no, cada 10 flores una es de regalo.
La diferencia entre dos paises como Alemania y España se resume en un cartel como este, luego podra haber sesudos estudios estadisticos y sociologicos, pero la diferencia ultima, la mas profunda, esta no en la honestidad, sino en el convencimiento de que los demas "tambien" van a ser honestos. Esperan que cada cual sea honesto y por lo tanto cada uno se comporta asi.
De esa forma ¿como no van a tener un pais lider?
domingo, 24 de agosto de 2014
viernes, 15 de agosto de 2014
Dios no se queda con nada de nadie
Dios no se queda con nada de nadie
Dios no se queda con nada de nadie es una de esas frases rotundas que de vez en cuando Pepa, mi mujer, suelta. Mas alla de la suposicion de que algun dios tuviera ganas de apropiarse de cosas ajenas, la frase me encanta. El que la hace, al final la paga. Es una forma de pensar ingenua, pero que mereceria ser cierta.
Viene a cuento esto porque hace poco salio la sentencia definitiva en la que el juez le da a ella la razon en el contencioso que mantenia con el periodico por su despido. Lo declara improcedente y obliga a la empresa a pagar la indemnizacion completa como hubiera correspondido en su momento.
Se ha tardado un año y medio en hacer justicia, pero se ha hecho bien.
Entretanto nos hemos venido a Alemania y aqui hemos comenzado una nueva vida. Vamos a abrir un negocio, hemos aprendido aleman, vivimos en una ciudad preciosa...en fin, nos encanta estar aqui. Nos sentimos bien, estamos contentos y no echamos la vista atras. Estamos, sin duda, mejor que hace un año y medio. Bien esta lo que bien acaba. Pero no era esa la intencion de quienes despidieron a Pepa, la intencion era simple y llanamente hacer daño.
Por supuesto una aclaracion previa, en todo lo que a continuacion digo no me refiero nunca a la gente normal que trabaja para la Voz de Almeria. Desde Director para abajo todos son grandes profesionales que se ganan de sobra el sueldo que les pagan. Ademas lo hacen con mucho sacrificio, porque suficiente tienen con aguantar cada mañana los disparates y la falta de sentido comun de quienes tendrian que dirigir la empresa. Me refiero siempre al dueño y a su chico de los recados. La gente que trabaja en La Voz merece algo mejor que ese par de individuos.
Volviendo a Pepa, las circunstancias de su despido fueron dramaticas. Durante algo mas de un año antes de despedirla se la hizo pasar por un calvario interminable de desplantes y pretendidas humillaciones, una crueldad innecesaria e injustificable. Supongo que aplicaban la doctrina interna del “aburrimiento”. Una de las muchas practicas descerebradas que abundan alli. Creen, contra toda evidencia, que si se “aburre” lo suficiente a un empleado, este decidira “irse” por su cuenta y podran negociar un finiquito a la baja. La gente que conoce esta pretension la resume con la famosa frase de "aburrelo chico, aburrelo". Ya lo se, es una idiotez (e incluso algo peor) pero ellos insisten en ponerla en practica. Asi estan las cosas. Ese es el nivel de excelencia empresarial que ha alcanzado el mayor periodico de esa provincia. Al final, viendo que Pepa no tenia pretension de irse y despues de una propuesta delirante e inaceptable, tuvo que salir de alli por la puerta de atras y de manera vergonzante. Apenas se le dejo el tiempo, literalmente, de recoger sus cosas e irse sola y casi a escondidas, como si hubiera hecho algo malo. Veinte años de trabajo en una miserable caja de carton y ni un adios. Como en las peliculas americanas. Una mala manera, hasta ese momento inedita, de despedir a alguien que ha cumplido con rigor en su trabajo, dia tras dia, durante 20 años y lo ha hecho discretamente, sin ruido y sin reclamar medallas. Otra victima mas de la avaricia enfermiza del amo de ese cortijo.
Pero por si la humillacion de ese despido incomprensible fuera poca, despues la han obligado a pelear en los tribunales durante mas de año y medio para conseguir lo que en justicia le correspondia desde el primer momento, que le den la razon y le paguen su finiquito.
Delirante. Nunca antes un directivo de esa casa y la propia empresa se habian enfrentado en los tribunales. Nunca jamas se habian utilizado esas malas formas para despedir a alguien con responsabilidades ejecutivas. Creedme, conozco muy bien ese periodico y a cada una de las personas que por alli han pasado, asi que tiene muchos cojones que sinvergüenzas de libro hayan salido de alli entre abrazos, alharacas y alguna lagrima y que Pepa tuviera que irse como si hubiera matado a alguien. El premio despues de veinte años de trabajo honrado ha sido una patada en el culo y las peores formas. Quizas precisamente por ser honrada. Estan tan acostumbrados a los comportamientos turbios, que alguien honrado les chirria.
Cuando me fui del periodico, fue tras reprochar al señor presidente que quisiera quedarse con lo que era de sus trabajadores. No le sento bien al pobrecillo. Eramos incompatibles y admito que me tuviera que ir yo, aunque estoy seguro de que hubiera sido mejor para todos que se hubiera ido el, al fin y al cabo solo aporta intrigas y quejas. Algunos conoceis la carta que le dirigi y sabeis que no le decia ninguna barbaridad, sino que dentro del respeto le recordaba que esa no era la forma en que se dirigen las empresas. Es verdad que me quejaba de comportamientos rallanos en el latrocinio, pero no le llegue a llamar ladron en ningun momento. No sabre nunca si deberia de haberlo hecho, pero no lo hice. Pues bien, despues de eso, hasta yo sali bien de alli. "Comme il faut".
Sin embargo Pepa, que no se enfrento con nadie, que no ha sido jamas polemica y que es honrada hasta el exceso, fue tratada de la forma en que unicamente se trata a un enemigo.
Ella aun no lo entiende y todavia le duele ese recuerdo. No el haberse ido, sino la forma en que tuvo que irse. Aun siente ese daño hondo e irreparable de los inocentes maltratados sin justificacion.
A mi solo se me ocurre una explicacion a semejante desproposito: fue tratada de esa forma por ser mujer, no un verdadero directivo. Si hubiera sido un hombre habria sido tratada con el debido respeto.
Hasta ella, todos los directivos que han salido de esa casa eran hombres, por tanto y en la mentalidad grotesca del "jefe", merecian un respeto. Incluso aquellos con un comportamiento demostrado mas que dudoso (por decir algo suave), se fueron por la puerta grande.
Pero una mujer..."¿cuanto has dicho que tendriamos que pagarle? ...que barbaridad, nada chico, aburrela, aburrela". Dicho sea con histerica vocecilla chillona.
El hecho de ser el periodico lider de la provincia, lejos de otorgarles calma y sosiego para ganar en perspectiva privilegiada y en inteligencia, les ciega de arrogancia. Claro que para aumentar la inteligencia hay que partir de alguna base, aunque sea minima. Vender mas periodicos que su competencia les hace sentirse estupidamente participes de la divinidad. No se muy bien como funciona el mecanismo mental...en realidad no se si hay mecanismo o ni siquiera si hay mente, pero si se muy bien que son arrogantes hasta el exceso, el pecado de los simples.
De manera que, en su soberbia, supondrian que Pepa "tendria que" mostrarse de acuerdo con lo que ellos "generosamente" decidieran concederle.
Podian pagarle una parte minuscula de lo que le correspondia y ella "tendria que" callar y agradecer.
Podian echarla con cajas destempladas y ella "tendria que" conformarse. (Perdone señorito que le de la espalda)
Pues no, parece que el juez no esta muy de acuerdo con esas cosas y opina de otra manera.
En el tiempo que llevo fuera de esa casa he mantenido silencio sobre muchas cosas, incluso en lo referente a mi propia salida. No me apetecia contar determinadas miserias y menos que nunca ahora y desde aqui. Dos mil y pico kilometros dan mucha solera al desprecio. Sin embargo esto es distinto, lo que se hizo en el despido de Pepa fue una obscenidad, algo mas alla de la indecencia. Es necesario que la gente conozca ese tipo de maldades y a los tipos malvados que las perpetran. Negar a cualquier trabajador lo que es su derecho minimo y obligarlo, ademas, a pelear durante casi dos años para que le reconozcan la razon, es un acto de una maldad sin paliativos. El que asi se comporta con alguien que le ha sido leal durante veinte años que y le ha servido con esfuerzo y voluntad hasta el ultimo momento, solo merece el desprecio de todos y que el mundo conozca su mezquina calaña.
Me gustaria que fuera cierto que Dios no se queda con nada de nadie para que algun dia, agarrandolo por el pescuezo, le susurrara al oido: "venga usted para aca caballero, que me va a explicar cuatro cositas". Sin embargo en el fondo temo que no sea asi y que personajes como este nunca sean castigados por todas esas cagaditas miserables con las que nos van ensuciando la vida a su paso.
Mientras averiguamos si Dios se queda con algo o no, os dejo aqui esta historia y que cada cual saque sus propias consecuencias.
Joaquin Bretones
Heidelberg 15 de agosto de 2014
domingo, 10 de agosto de 2014
Sacarle los ojos a un gato
Uno de mis recuerdos mas desagradables de la infancia se refiere a una vez que encontre un gato inmovil y acurrucado porque era ciego y no sabia moverse. Alguien le habia arrancado los ojos. yo tendria unos nueve o diez años y me senti aterrorizado. Era la diversion de algunos crios malnacidos de los que la repugnancia me mantuvo siempre alejado. Nunca he podido comprender que perverso mecanismo puede llevar a alguien a hacerle eso a un animal y mucho menos como se puede obtener placer de ello.
Sin embargo, a lo largo de la vida me he encontrado con un numero excesivo de individuos a los que por dinero o por una modesta cuota de poder se les podria pedir que cometieran todo tipo de barbaridades y atropellos. Quizas eran aquellos niños cuya diversion era sacar los ojos a los gatos. De mayores siempre encontraban alguna razon suficiente para ejecutar fechorias sin nombre: "la propiedad dice..." "El propietario necesita..." "La empresa requiere..."
No es una forma metaforica de hablar, he conocido algun personaje con tan poca capacidad de comprension del sufrimiento ajeno, que era de agradecer el hecho de que unicamente pudiese perjudicar a su propia empresa (con toda su gente dentro, eso si.) pero no un ejercito o un pais.
Tenemos tendencia a pensar que los grandes monstruos de la historias, sobre todo esos del siglo XX que todos conocemos, los Hitler, Stalin, sus hermanos menores tipo Francos o Mussolinis y demas ralea eran gente de unas caracteristicas y de una maldad especial y que fue eso lo que les llevo a la perdicion.
No es cierto, personajes como aquellos los tenemos alrededor cada dia, los saludamos y los vemos a diario, solo que no dirigen una nacion entera y suelen ser menos famosos que esos malvados historicos. Ademas sus maldades estan dentro, o casi, de la ley: estafar, corromper, mentir, quedarse con el dinero de la gente que trabaja para ellos (robar), despedir personas engañandoles en el finiquito, tratar a sus trabajadores como si fueran objetos...en fin ese tipo de cosas a las que estamos tan acostumbrados que ni siquiera nos parece que esten "tan" mal.
Y por eso tambien, ser mala persona a esa gentuza no solo no les condena, sino que les beneficia. Les sale muy rentable ser unos hijos de la gran puta.
Los psicopatas no son solo esos asesinos locos que se lian a tiros en algun colegio americano sin demostrar el mas minimo escrupulo, remordimiento o señal de comprension de que lo que han hecho esta mal. Psicopatas hay mas de los que nos creemos, solo que como no matan a nadie, que sepamos, les ponemos otros nombres menos asperos. Conozco personalmente a varios que podrian entrar en esta categoria, pero recuerdo ahora a uno en especial, cuya unica explicacion a sus actos es que se trata de un psicopata puro y duro. No me consta que haya matado a nadie, (aunque de esas cosas nunca se puede estar seguro) pero por lo demas tiene casi todas las caracteristicas de un psicopata. Nadie lo diria a primera vista, pero ese suele ser tambien un exito de los asesinos en serie, que cuando se les descubre todo el mundo piensa "quien lo hubiera dicho". No es cuestion de ponerse a dar nombres, no vaya a ser que se encuentre uno en medio de una demanda estupida. Ademas, seguro que muchos sabeis a quien me podria estar refiriendo y con eso es suficiente.
No teneis que correr mucho y como ademas hay mas de uno, si os equivocais en el que estoy pensando en este momento, lo mismo acertais en otro. Es igual, en cualquier caso se trata de gente a la que no les importa sacarle los ojos a un gato si con ello creen que ganan dinero, pero ademas si se les promete alguna otra ventaja, corren gozosos a hacerlo.
Son mala gente.
miércoles, 30 de julio de 2014
El estremecedor silencio de los bondadosos. Refundar el capitalismo
"Hay
guerra de
clases, y es la mia, la de los ricos, la que la esta ganando..."
Warren
Buffet,
tercera fortuna mundial.
Hubo
un tiempo en el que esta frase hubiera sido imposible de pronunciar
por un resto de pudor hipocrita, pero pudor al fin y al cabo. Hoy
parece que se ha perdido hasta el pudor.
Hace
un tiempo hubiera sido inconcebible que los ricos pensaran en
terminos de ganar la guerra de clases, en todo caso esperarian
reconducirla. Hoy se hacen chistes de mal gusto con ella.
Hoy
se puede decir una frase como esta porque la trivializacion de todo,
hasta de lo mas sagrado, se ha vuelto la norma.
En
los comienzos de la crisis de 2007, se hizo famosa la frase "refundar
el capitalismo".
Habia
una sensacion clara de que habian fallado instituciones basicas y
parecia claro que todo el sistema deberia de ser reformado, al menos
en ciertos aspectos muy intimos. Habia un consenso general en torno a
esa idea. Se dijo publicamente y se defendio con firmeza por
personajes nada excentricos, ni sospechosos de ningun radicalismo.
Uno de los que la sostuvo con mayor vehemencia fue Nicolas Sarkozy,
presidente de Francia en aquella epoca.
Lo
que nadie podia imaginar es que con lo de "refundar
el capitalismo" se
estuvieran refiriendo en ultima instancia a quitarle trabas, limites
y mordazas para que pudiera evolucionar en todo lo que su salvajismo
potencial le permitiese.
Devolver
el sistema a un estado puro y primordial en el que solo cuenta la
fuerza.
Consagrar
la "logica de los mercados" como maxima autoridad moral y
tirar por la borda todas los avances en politica social.
Todos
esos a quienes levantan sarpullidos expresiones como "solidaridad",
"estado del bienestar","respeto a los derechos",
"redistribucion de la riqueza" etc suspiraron aliviados.
Por
fin se habia acabado con todos esos disparates de la igualdad y la
solidaridad.
Posiblemente
los presidentes y primeros ministros que defendieron que habia que
poner coto a los desmanes del capitalismo salvaje, lo hicieron
sinceramente. Quizas pensaban de verdad que lo que habia pasado era
muy grave y que habia que poner remedios.
La
cuestion es que luego aparecieron algunos personajes oscuros y les
explicaron con suavidad y discrecion que estaban confundidos, sin
maldad, pero equivocados; que quizas no habian entendido un par de
pequeños aspectos esenciales y que es posible que por error, solo
por error y sin malicia, hubieran olvidado quienes son los verdaderos
amos; quizas hubieran perdido, provisionalmente, la perspectiva de
donde esta el lugar de cada uno.
"¿Quizas
ha olvidado su excelencia quien le paga?" susurraria amablemente
alguien en una cena a ese politico que en un arrebato juvenil se
habria dejado llevar por el entusiasmo. "Sabemos que usted no es
de los que muerden la mano de quien les da de comer" le
tranquilizaria otro, ante el respingo y la cara de preocupacion del
politico irreflexivo. "Estamos seguros de que usted sabe muy
bien cual es su deber" afirmaria convencido un tercero...
Y
asi, esos discursos sobre refundaciones, que tantas reminiscencias
revolucionarias pueden tener, quedaron arrumbados en algun desvan y
las politicas de los diversos paises fueron diseñando una realidad
bien distinta: recortar gastos sociales, quitar trabas y regulaciones
innecesarias en la relacion laboral, bajar sueldos, reducir
prestaciones y "sanear" bancos, que es pagarles sus deudas
y su mala gestion entre todos.
En
fin hacer una politica "realista"
la
politica de
"lo que hay que hacer".
Nunca
en la historia reciente de las democracias el poder ha sido tan
descarnado y tan descarado.
Nunca
los caciques han demostrado su poder con tanta desfachatez.
Y
la mayoria calla. Es estremecedor el silencio de todos esos que se
llaman a si mismos "buenos".
¿Quizas
la explicacion sea que hablamos de cosas demasiado abstractas,
demasiado lejanas?.
Es
posible. Asi que vamos a acercarnos a esa pequeñas cosas. A lo que
vemos y oimos en el puesto de trabajo...vamos a pegarnos a la
realidad.
Pequeñas
realidades cotidianas
¿Cuantos
han visto como en sus empresas despiden a gente y han callado, han
rogado porque no les pase a ellos e incluso han trabajado con mas
ahinco con la esperanza de que asi echaran a otros antes?
En estos tiempos
de crisis esta de moda la expresion “adelgazar” la estructura
empresarial, que no es mas que un eufemismo para referirse al hecho
de despedir a gente que cumple a la perfeccion con su trabajo, como
forma de elevar los beneficios cuando se es incapaz de elevar los
ingresos.
Se
esta diciendo a los trabajadores que esta justificado despedir gente,
pagar menos indemnizacion, trabajar mas horas y disminuir los
sueldos, porque "la cosa" esta muy mal, cuando lo que
ocurre es que el señor empresario gana menos dinero. Hay muchas
empresas que como ganan menos que el año anterior nos quieren hacer
creer que eso es justificacion suficiente para poner gente de patitas
en la calle.
Imaginaos,
un
señor que tiene una empresa y que recibe de ella un sueldo mensual
de, pongamos, ocho o diez mil euros ademas de gastos, dietas, etc.
Antes, a final de año la empresa le producia de beneficios entre
trescientos y quinientos mil euros aproximadamente despues de pagar
todo, impuestos incluidos.
Ahora
con el mal momento que atravesamos, a ese mismo señor "solo"
le quedan doscientos mil euros a final de año. Despues claro, de
haber cobrado su sueldo de ciento y pico mil al año, gastos y otras
historias.
Ese
señor en su preocupacion por la sensible disminucion de sus
beneficios, se
ve obligado
a despedir gente que gana menos de mil euros y a rebajar el veinte
por ciento del sueldo a toda la plantilla restante, si quieren
conservar el puesto.
"Mira,
entiendeme, no es nada personal. La empresa ha disminuido sus
beneficios sensiblemente. Si te despido habre "adelgazado"
los costes estructurales de mi empresa y la podre hacer mas
viable..." y bla, bla, bla.
O
sea, para poder ganar mas aun de los cientos de miles de euros que ya
gana, priva a un trabajador de sus mil euros, que es todo su dinero.
Ese trabajador se tiene que ir a su casa y prescindir de los doce mil
euros que ganaba al año, para que otro señor se pueda meter en su
bolsillo varios cientos de miles.
Y
esto se ve correcto, nadie protesta, nadie alza la voz.
Otra
forma de explicarlo: Cuando
a un trabajador que gana mil euros al mes, se le baja el sueldo en un
veinte por ciento, deja de cobrar 200€. Esa cantidad va a parar al
bolsillo de un señor que ya gana varios cientos de miles de euros
al año.
Ese
sinverguenza, ese que se hace llamar empresario, 200€ se los gasta
en una comida o en irse de putas y francachelas. O sea en mantener su
nivel de vida habitual.
Para
el trabajador, doscientos euros son una parte muy importante de su
economia domestica.
Quien
se lo quita, lo quiere, en muchas ocasiones, para gastos
inconfesables.
¿Que
no se creen lo de las putas? Les sorprenderia cuantos recortes
sangrantes se estan haciendo en empresas muy conocidas, para poder
mantener los gastos en sobornos, en francachelas, o en lujos
estupidos de sus estupidos altos cargos.
Ordenarle
sin mas a un trabajador, "firma
aqui que vas a ganar menos",
sin ningun tipo de formalismo, negociacion o contrapartida, es y sera
una maldad enorme, por muy legal que sea.
Quien
lo haga no se puede ofender, si se le considera, como minimo, un
ladron.
Es
malo y mala persona el empresario que baja el sueldo a sus
trabajadores, sabiendo que el miedo a perder sus puestos de trabajo
no les dejara protestar.
Es
malo y mala persona el que despide a gente que gana mil euros al mes
solo para poder mantener sus ganancias de cientos de miles.
Malo.
Estamos tan acostumbrados a las palabras rimbombantes, que si dices
de alguien que es "malo"
suena infantil. Sin embargo a mas de uno habria que llamarlo simple y
llanamente malo."Eres
mala persona."
o mas en castizo: "eres
un hijo de puta"
No
estoy hablando en abstracto, todos conocemos a personajes que merecen
ser llamados asi y alguno de ellos, hasta hace poco, pasaban por ser
bondadosos y desinteresados.
Bajar
el sueldo a alguien por muy legal que sea, salvo que se tenga una
razon muy poderosa, es una fechoria. Y aun teniendola, es tan grave
la decision, que es imprescindible un pacto y un compromiso solemne
entre las partes. Algunas empresas serias lo han hecho en otros
sitios y les ha ido bien. No desde luego en esta tierra de tramposos.
Joaquin
Bretones
Heidelberg
julio 2014
El estremecedor silencio de los bondadosos. Razones para callar
Ante la maldad que nos rodea
callamos por miedo, por timidez, y por inseguridad, pero sobre todo,
callamos para pasar desapercibidos.
Callamos como en ese poema
en el que se llevaron a los sindicalistas, a los obreros, a los
judios y a los religiosos, y en el que los que no eran ni
sindicalistas, ni obreros, ni judios, ni religiosos, no hicieron nada
y miraron para otro lado, asi que para cuando les toco a ellos, ya
era demasiado tarde.
Tambien callamos solo porque creemos
que no sabremos hablar. Por un infantil miedo al ridiculo, miedo a
que nos salga un exabrupto o peor aun a que ni siquiera sepamos
explicar aquello que querriamos decir con tanta claridad.
Decimos que callamos por prudencia y
por discrecion, pero mas bien se trata de miedo a destacar de entre
la multitud.
Incluso es una cuestion de costumbre.
Callamos porque estamos acostumbrados a callar.
No tememos tanto a las consecuencias de
levantarnos y denunciar la maldad, como al ridiculo que podriamos
hacer. Estamos seguros de que no sabremos hablar, de que resultaremos
pateticos intentandolo, asi que bajamos la cabeza, y cerramos los
ojos. Duele pero callamos.
Quisieramos alzar nuestra voz y
protestar, no dejarnos pisotear por todo esa gente sin escrupulos.
Nos imaginamos levantandonos y enfrentandonos a sus tejemanejes:
diciendo "basta ya" y nos sentimos orgullosos de pensar
asi. Nos decimos a nosotros mismos "eso es lo que yo haria,
pero..." pero estamos seguros de que nadie nos seguira. De que
seremos ignorados. De que nuestro esfuerzo y nuestro sacrificio no
valdra para nada...
Asi que ¿de que valdra nuestro valor?
¿para que vamos a decir algo que nadie quiere escuchar?.
Y sobre todo callamos por miedo.
Todo esta pensado para enseñar a
callar.
Crecemos oyendo “callate”, asi que
no es raro que sintamos miedo de hablar.
Nos han educado para que guardemos silencio, para pasar
desapercibidos, incluso para que reprobemos al que se atreve a
hablar. No es extraño que miremos a nuestro alrededor, como si la
cosa no fuera con nosotros; movamos los pies con incomodidad y
guardemos un espeso silencio. Este mundo funciona gracias al silencio
de la mayoria.
Nos han inculcado el miedo a dejarnos
oir, porque si estuvieramos acostumbrados a levantar la voz cada vez
que uno de nuestros derechos es pisoteado, o cada vez que vemos como
se pisotea a alguien a nuestro alrededor, entonces esto dejaria de
ser un lugar comodo para esos que quieren y pueden mandar y
mangonear, sea del signo o del color que sean.
Esta sociedad solo es posible, porque
se cuenta de antemano con el silencio de todos.
Aqui solo los locos se atreven a gritar
Nos han enseñado a tener miedo de
destacar, para que ninguno se atreva a dar su opinion.
Callamos para que no se fijen en
nosotros. Callamos porque tenemos la esperanza, vana, de que mientras
nos mantengamos en el anonimato, no nos puede ocurrir nada malo.
Es la estrategia de los grandes rebaños
de herbivoros en la sabana, o de los bancos de peces. Ser muchos,
protegerse con el numero. Esperar que lo malo le ocurra a los demas.
Confiar que entre tantos, es mas probable que el leon no se fije en
nosotros y devore a otro.
No sobresalir. Si hablas, destacas.
Mejor permanecer callados y confiar en
que no nos toque a nosotros...de momento.
A
proposito de comparaciones con la vida animal, recuerdo un documental
en el que unos leones atacan a una cria de bufalo, que durante unos
momentos se habia quedado aislada de la manada. Contra todo
pronostico, los bufalos regresan, atacan a los leones, los ponen en
fuga y consiguen rescatar a la cria indemne. No es habitual, pero a
veces ocurre que alguien se cansa de su papel de victima. Se levanta,
se da la vuelta y se enfrenta al agresor.
Lastima
que esa reaccion sea tan infrecuente que cuando ocurre nos sorprenda:
"Mujer
se enfrenta a un ladron y consigue detenerlo".
El
miedo es respetable y en muchas ocasiones util, al fin y al cabo, es
un mecanismo de defensa que nos ayudaba a sobrevivir, pero mas alla
de un cierto limite, el miedo nos paraliza y nos hace vulnerables.
Cuando el miedo se convierte en costumbre, nos vuelve esclavos.
Es decir, que
callamos por diversas razones, por timidez, por inseguridad, por
costumbre, por miedo...si embargo, todas ellas nos dejan la
reconfortante sensacion de vernos a nosotros mismos como buenos.
Callados, pero buenos.
Pero ¿Estamos
seguros de que somos "los buenos"?.
Y es
que tambien se puede callar por indiferencia y por apatia. No
se puede decir que sea el silencio de los buenos en absoluto.
Me refiero al silencio que procede de
la indiferencia ante el dolor de los demas.
Hay demasiada gente a la que les da
igual que los demas sufran. Mientras no les toque a ellos o a los
suyos, no les importa el sufrimiento ajeno; simplemente no les
afecta.
Esta actitud es mas comun de lo que nos
creemos y creo que la confundimos a menudo con el silencio de los que
de verdad podriamos llamar “buenos”.
Lo que llamamos el silencio de los
bondadosos es, en ciertos casos, quizas demasiados, el silencio de
los indiferentes.
Cada cual esta convencido de ser
“bueno” y mas o menos, es verdad. Hay que reconocer que personas
francamente “malas” son muy pocas. Lo que abunda es la “buena
gente” la misma que, llegado el caso, mirara hacia otro lado ante
las mayores barbaridades.
“El silencio de los bondadosos” es
en la mayoria de los casos, el silencio de los que se encogen de
hombros porque creen que la cosa no va con ellos, o al menos esperan
que sea asi, mientras sepan guardar silencio y pasar desapercibidos:
"a mi no me tocara", "si no me muevo, si no me hago
notar, seguro que no se fijan en mi..."
Da igual si hablamos de un sacrificio
humano, de echar a alguien por la borda o de despedir gente de una
empresa...siempre seran demasiados los que prefieren mirar y callar
con la esperanza de que a ellos nunca les toque. La realidad es que
no funciona, al final les termina tocando y entonces miran con
perplejidad e incredulidad a esos otros que, a su vez, permanecen
callados.
Se dice que en el Pais Vasco, en la
epoca mas dura de ETA, cuando se mataba un dia si y otro tambien,
mucha buena gente miraba hacia otro lado porque estaba arraigado el
pensamiento de que “algo habria hecho” la victima para merecer
ese final. El muerto se convertia en el culpable y no sus ejecutores.
Esta forma de pensar es miserable por partida doble. No solo es
miserable echar la culpa al muerto de su propia muerte, ademas
resulta especialmente cobarde el propio proceso mental de encontrar
culpable al muerto para no tener que levantar la voz contra el
autentico verdugo, que esta vivo, no vaya a ser que venga a por uno
mismo.
Mucho se ha escrito sobre ese peculiar
fenomeno sociologico de culpabilizar a la victima, pero lo que me
interesa es que casi siempre y con honrosas excepciones se ha
argumentado como si fuera una vileza exclusiva de ciertos vascos,
como si se tratase de una deformacion singular de Euskadi. Cuando es
una debilidad comun a todos los pueblos y culturas; casi una
manifestacion propia de la cobarde condicion humana: si pienso "algo
habra hecho la victima para merecerselo", la alejo de
mi y de paso, me siento liberado de la necesidad de tomar partido. No
es necesario que haga, ni diga nada. Si pienso “el se lo ha
buscado” puedo seguir con mi silencio y con mi pasividad. Se trata
de algo que solo atañe al que mata y al muerto. Puedo continuar con
mi vida placida, como si no hubiera ocurrido nada.
Por el contrario, si siento a la
victima como a un igual, si la siento como a alguien identico a mi,
alguien que no ha hecho nada para merecer ese castigo enorme, mi
silencio cobarde y vil. Y peor aun, yo se que estoy siendo cobarde y
vil y me siento mal si no hago nada...pero el miedo no me deja
actuar, de manera que no me puedo permitir el coste emocional de
pensar de esa manera...
Puede parecer exagerado pero hasta hace
muy poco tiempo esto era real y estaba a la orden del dia. Es algo
con lo que se han tenido que enfrentar cientos de miles de vascos
cotidianamente.
No es una situacion ideal, ni teorica,
ni lejana. Es algo con lo que mucha gente tuvo que vivir cada mañana.
Pensar que ese muerto tendria alguna culpa, como forma de vivir con
el miedo. Es una de esas situaciones en las que el silencio resulta
estremecedor.
Miles de articulos, de ensayos, han
querido hacernos creer que quien asi actuaba, quien callaba se
convertia en complice de ETA, pero ¿eso es cierto? ¿no eran
personas identicas a ti y a mi?¿no hubieramos hecho nosotros lo
mismo?. Quien asi actuaba lo hacia movido por el miedo y si algo
hemos demostrado el genero humano en miles de oportunidades
diferentes es que tenemos miedo. Pero aunque eso no nos convierta en
complices de los malvados, deja bien patente lo que somos, unos
pequeños cobardes, que queremos proteger lo que tenemos a costa de
cualquier cosa.
Esta es solo la forma suave de verlo.
La otra forma de entenderlo, la mas dura, es que malvados somos
todos, lo que nos distingue es que la gran mayoria nos limitamos a
callar mientras creamos que las cosas no nos afectan; por supuesto,
si comenzamos a pensar que lo que hacen los malvados nos beneficia
francamente entonces ademas nos pondremos a aplaudir entusiasmados.
La Alemania que
hizo posible el triunfo del nazismo solo se puede entender desde esa
optica.
Por eso es injusto
que se la haya estigmatizado como si aquel comportamiento colectivo
fuera una caracteristica germanica peculiar. Ni mucho menos.
Cualquier pueblo es suscepible de portarse igual. Basta que crea que
se va a beneficiar haciendolo. Los buenos y honrados ciudadanos
alemanes salian a vitorear al nazismo porque estaban convencidos de
que les favorecia.
Eso es lo terrible
de la situacion, basta que alguien piense que obtendra un beneficio
para que aplauda ante las mayores barbaridades.
Eso mismo se ha
reproducido en la propia Europa cincuenta años despues en los
Balcanes y a poco que nos descuidemos podemos volverlo a vivir en
cualquier territorio nacional.
La xenofobia es un
fantasma muy real en la presente situacion. Ahora se dan las
condiciones idoneas para que los desaprensivos hagan su caldo gordo
acusando a los extranjeros de todos los males. Y la mayoria
silenciosa callara pensando en obtener su propio beneficio.
Sea
por una razon o por otra, el silencio nos envuelve. Los “malvados”
son muy conscientes de ese silencio; saben que nadie alzara su voz ,
que nadie se opondra. Estan convencidos de que si alguien lo hiciera,
el resto lo ignoraria e incluso contribuiria a silenciarlo. Quien
esta dispuesto a actuar mal en cualquier ambito, sabe que el problema
no sera nunca que nadie alce su voz para detenerlo. Siempre que se
mantenga dentro de la legalidad, aunque sea por estrecho margen, o
que si va mas alla, sepa ocultar su rastro, no pasara nada porque
nadie se levantara y dira:
eso
no es correcto, eso no esta bien y no debemos tolerarlo.
Es
verdad que es humano tener miedo, pero si aumentaramos nuestra
capacidad de empatia, quizas aprendieramos que juntos podriamos
lograr mucho. Es como la anecdota de los bufalos y los leones. Una
manada de leones es mas mortifera que un rebaño de bufalos, pero si
todo el rebaño actua de comun acuerdo no hay ninguna manada de
leones que se les pueda oponer. Los leones solo ganan porque cuentan
a su favor con la pasividad de los bufalos.
Desde
luego, si osaramos oponernos a todos esos que dia a dia llenan el
mundo de maldad, ganariamos mas que quedandonos callados y quietos.
Joaquin Bretones
Heidelberg julio 2014
El estremecedor silencio de los bondadosos. Para que triunfe el mal solo hace falta...
Para
que triunfe el mal solo hace falta que los hombres buenos no hagan
nada.
Edmund
Burke, escritor y politico irlandes s. XVII
“Nuestra
generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los
perversos,
como del
estremecedor silencio de los bondadosos.”
Martin Luther King s.XX
Entre
la frase de Edmund Burke y la de Martin Luther King hay unos
doscientos años de diferencia. El sentido de ambas, sin embargo, es
muy parecido. Las dos se refieren a un problema que debe de ser tan
viejo como la sociedad humana: hay quien hace daño a los demas, eso
que con frecuencia llamamos “el mal” y hay quien es inocente,
pero no hace nada por evitar que el mal se haga.
Siempre
me ha llamado la atencion la version de M.L. King por el uso que hace
del adjetivo “estremecedor”. Y en efecto, si lo pensamos, produce
escalofrios contemplar como todos vivimos plenamente convencidos de
pertenecer al bando de los buenos y como siempre callamos y
aplaudimos con discrecion ante los desmanes de los perversos.
La
historia de la humanidad no es más que un largo silencio ante los
abusos de los poderosos y pora quien abrigue alguna duda sobre ello,
se le puede recordar que hemos tenido la suerte de nacer en el siglo
XX y por lo tanto de ser testigos cercanos de algunas de las mayores
atrocidades de la historia y algunos de los silencios mas clamorosos.
Acontecimientos
que deberian de estremecer al mas gelido y que han dejado bien
patente la trágica verdad que encierran las dos frases que dan pie a
esta reflexion:
Lo
peor es el silencio en el que convivimos. Ha habido muchos,
demasiados, testigos de crueldades inmensas y no han pestañeado
siquiera. Ninguno ha perdido un minuto de su sueño.
Si
tuvieramos que movilizarnos ante todas las maldades de nuestro mundo,
el dia seria una constante manifestacion y no hariamos otra cosa. Si
aprovecharamos cada oportunidad para protestar contra la maldad de
los tiranos, no nos bastarian las veinticuatro horas del dia.
Sin
embargo, quizas seria suficiente con que aprendieramos que no somos
buenos porque creamos serlo y que nuestro eterno silencio nos
convierte en complices y por lo tanto en culpables minimos y
despreciables, pero culpables al fin y al cabo.
Quizás
al sabernos manchados por los crímenes de los perversos, conscientes
de una parte infima de culpa ante tantas maldades, entonces
hiciéramos algo para que dejaran de cometerse.
La
version que se pone en boca de Einstein de la misma cita dice:
“El mundo
es este desastre que veis, no tanto por los problemas creados por los
malvados, como por la pasividad de los justos, que se dan cuenta,
pero no hacen nada.”
...Que
se dan cuenta, pero no hacen nada. Otra vez: ...que se dan cuenta,
pero no hacen nada. El matiz que añade es tremendo.
Pone
el acento en que “los justos”
si que
se dan cuenta, solo que no hacen nada para remediarlo y que eso, es
lo que hace este mundo tan desastroso. Quizas, pensaria Einstein,
porque aunque los malvados hicieran cosas perversas, si los justos,
que son muchos mas, las arreglaran, este mundo no seria tan malo. Es
la pasividad de la buena gente la que condena al mundo a ser un lugar
horrible.
La
version de Einstein no nos deja el refugio de la ignorancia, ni nos
permite la ambigüedad de carecer del conocimiento suficiente para
diferenciar entre el bien y el mal. No. Afirma que miramos, nos
percatamos de lo que ocurre y optamos por no hacer nada. Nuestro
silencio, en este caso, es el silencio del complice. El de aquel que
por indiferencia o por interes, calla y observa esperando obtener
algun beneficio o al menos, no salir perjudicado.
Tengo
la sospecha de que el mundo no esta dividido entre
“perversos” que ejecutan
maldades y “buenos”
que las contemplan silenciosos y las padecen.
Mas
bien parece que estuvieramos ante un espectaculo pactado:
Los
“malos” solo resultarian ser aquellos a los que no les importa
mancharse las manos, mientras que el grupo de esos que prefieren
llamarse “buenos”, estuviera formado por todos aquellos a los que
la suciedad les provoca cierto repelus, pero que en ningun modo
desdeña los beneficios que la mierda produce.
Y
si nos atrevemos a ser menos prudentes, podriamos incluso suponer que
casi cualquiera de los “justos” podría acometer las mismas
monstruosidades que los peores criminales, si tuviera la oportunidad
y las herramientas y se encontrase en situación de hacerlo. La
banalidad del mal ha sido llamado.
La
responsabilidad colectiva
Solo
si enfocamos las barbaridades de la humanidad en los ultimos años
con un sentido de responsabilidad colectiva, podremos comprender como
han podido ser cometidas.
Para
entender como han sido posibles tantas atrocidades tendremos que
reconstruirlas mentalmente no como la culpa de una nacion o de un
grupo de individuos, sino como algo en lo que todos hemos participado
de una u otra forma, y solo asi podremos llegar a entenderlas
realmente.
Es
un error pensar que todas las maldades se deben a ciertas personas
particulares, sin las cuales nunca hubieran ocurrido y que todos los
demas miraban, deseando poner solucion, pero incapaces de hacer nada.
En terminos generales y con muy contadas excepciones, aquellos
que han ejecutado los peores crimenes no eran distintos de
cualquiera de nosotros, solo que ellos estaban alli. Podríamos haber
estado en su lugar y quizas habríamos hecho exactamente lo mismo o
muy parecido. Eso es quizas lo mas terrible. No es una forma de
quitar horror a los actos criminales, sino un intento de comprender
que el primer paso para poder rechazar de pleno la maldad, es saberse
participe de ella. No sentirla como algo externo y ajeno, sino ser
conscientes de que los malos y los buenos somos una misma cosa.
No se trata de
compartir la culpa, para asi hacerla mas llevadera, sino de saber
reconocer dentro de nosotros, esos gestos minúsculos que podrian
terminar desembocando en grandes atrocidades.
Es posible que lo
que a menudo nos hace tan letales no solo como individuos, sino
tambien como especie, sea el convencimiento que encontramos en cada
uno de los miembros de la humanidad de pertenecer al bando de los
buenos. Cada persona esta convencida de su bondad como individuo y de
que su grupo, fraccion, pueblo o pais es el bueno. Algo asi como
decir “puesto que estoy aquí, este es el lado bueno” “puesto
que soy de esta nacionalidad, esta es la que lleva la razon” es
como si aplicaramos de manera automatica una especie de principio
antropico pervertido: “justo el lado en el que yo estoy es el
correcto” o bien algo levemente peor: “este lado es correcto
porque yo estoy en el”.
Es esa infundada
creencia ferviente en estar haciendo las cosas bien lo que nos vuelve
tan peligrosos.
Quienes dudan de
su bondad o de su razon, consiguen, aunque sea en pequeñas dosis, no
ser al final tan malos. Por el contrario, quienes ejecutan las
atrocidades mas abominables, suelen encontrar argumentos para
considerarse a si mismos buenos y a sus actos justificados y
necesarios. No en vano las peores fechorias siempre se han cometido
en nombre de los valores mas elevados, Dios o Patria y por personas a
las que la mayoria de sus conciudadanos consideraba excelsos y
honorables.
Creo que si
pudieramos introducirnos en el interior de cada individuo, hasta
donde ellos mismos se conocen, seria interesante constatar la
minuscula cantidad de personas que, sabiendose mala, siguen obrando
el mal a conciencia. Un numero despreciable.
Casi nadie se
sabe malo. Eso solo ocurre en la ficcion de baja estofa. A lo sumo,
habra quien sospeche no ser bueno y precisamente por esa sospecha es
posible que sea mucho mas cuidadoso con lo que hace.
Lo frecuente es
ese tipo de persona a quien ni le importa lo que es, ni se va a
molestar en preguntarselo nunca. Un psicotico, no se sabe malo, ni
tampoco bueno, simplemente no piensa en ello. La mayoria de los
psicoticos ni siquiera distingue, en la practica, entre bueno y malo,
por la sencilla razon de que no piensan nunca en esas cosas “tan
filosoficas”. ¿Cuánta gente se
pregunta a si mismos si estan obrando bien o mal? A lo sumo un ligero
temblor anecdotico, pura retorica.
¿Cuantos se
atreverian a ir un poco mas alla de las disculpas y los tapujos?
Eso si, hay quien
se pregunta si esta haciendo bien, solo para poder confirmar lo que
ya sabia: “soy bueno”, “yo
estoy con los buenos y por tanto lo que hago es bueno”.
Es verdad que
resulta mas frecuente quien no se lo pregunta jamas y no por ello es
un enfermo mental. Tenemos tan arraigado que solo podemos ser buenos,
que la mayoria de las personas nunca llegan a dudarlo. Simplemente lo
dan por supuesto:
“Estoy
aquí, luego este es el lado de los buenos”.
Estoy seguro de
que incluso aquellos que se han detenido a pensar en las palabras de
Martin Luther King, y en las implicaciones que tienen, han llegado a
la conclusion inmediata de que ellos si que eran buenos, aunque
quizas tambien se hayan concedido que hayan callado con demasiada
frecuencia ante los crimenes de los malvados, pero, al fin y al cabo
esa es una debilidad disculpable, se consuelan. ¿cuantos, pensando
en la frase, han llegado a la conclusion de que ellos podrian ser
parte de esos “malos”
a los que les aprovecha el silencio de los “bondadosos”?
Si algun dia
comenzara a cundir por todos lados el convencimiento de que creerse
“bueno” es un peligrosos autoengaño sin ninguna justificacion,
es posible que estuviera cercana la epoca en la que hubiera razones
para soñar con una humanidad mejorada.
No creo que eso
tenga visos de ocurrir por ahora o en un futuro cercano.
Mientras tanto el
mundo se va llenando de gente que cree ser buena y que calla ante las
manifiestas maldades de unos pocos que, a su vez, tambien piensan de
si mismos que son buenos y que obran por los mejores motivos. Incluso
sienten que su “trabajo” beneficia a esa gran masa silenciosa,
por la cual se sacrifican.
Si le
preguntaramos a cualquier “malvado”
todos, sin excepcion, sabrian dar una razon bondadosa, generosa y
altruista a sus actos perversos y esas razones serian tan
convincentes que muchas de ellas hasta las compartiriamos: Los
malvados son expertos en actuar en nombre de Dios, de la Patria, de
la Humanidad y hasta de la Ciencia o la Economia, pero siempre con
sustantivos grandes y con mayuscula...mayuscula de gravedad,
mayuscula de peligro.
Hoy nadie
confiesa hacer nada por poder, por dinero, por sexo...no me refiero a
lo que dicen, sino a lo que se reconocen a si mismos. Hasta el peor
de los tiranos cree estar haciendo las cosas en nombre de algun fin
elevado.
Y asi nos
encontramos de vuelta otra vez con el “estremecedor silencio de los
bondadosos”. Lo que resulta inquietante en las citas de Einstein,
de Bruke o de King no es que nos recuerden que hay “bondadosos” y
“perversos”, sino como destacan el silencio en el que convivimos
y la complicidad en la que nos movemos.
Sospecho que los
tres autores, por debajo del sentido obvio de la frase, quisieron
recordarnos que no somos tan buenos como nos creemos, puesto que con
nuestro silencio ayudamos a que el mal prospere. A menudo resulta
comodo creerse ignorante y poder aducir que “no sabiamos nada”.
En materia de
bondad y maldad, lavarse las manos con frecuencia no sirve para
tenerlas mas limpias.
Pero ¿de que
"Maldad" estamos hablando?
¿De los crimenes
de Hitler? ¿de la caza de brujas? ¿de las limpiezas etnicas de los
Balcanes o de las deportaciones de Stalin? ¿de los Jemeres Rojos?¿de
Irak?.
De todas esas
enormes, desmesuradas maldades se ha hablado hasta la saciedad, aquí
quiero hablar de esas otras "pequeñas" maldades cotidianas
y triviales que nos encontramos a la vuelta de cada esquina. Maldades
con las que nos topamos cada dia y a las que estamos tan
acostumbrados que ni siquiera vemos.
Pensar en grandes
situaciones, como guerras, dictaduras, sistemas totalitarios y demas,
hace que tendamos a creer que esas son las unicas manifestaciones
posibles de la maldad y dado que su escala es muy superior a las de
las persona normales, como tu y como yo, todos tendemos a consolarnos
pensando que es imposible hacer nada util contra ellas y que todo lo
que conseguiriamos intentandolo serian posturas esteticas, sin
resultados practicos posibles. Pensar que la maldad se circunscribe a
esos ambitos desmesurados, facilita que nos encojamos de hombros y
nos sintamos impotentes ante ella y que, por tanto, recurramos al
conformista: "asi son las cosas
¿que le vamos a hacer?".
La Maldad parece
siempre estar en sitios grandes y lejanos en el tiempo y el espacio.
Sin embargo las
mayores maldades empiezan en algun sitio infimo y proximo. A veces en
banalidades, en cuestiones que pueden parecer tan triviales, que ni
siquiera reparamos en ellas; en gestos minimos y en situaciones con
los que convivimos pero que, sumados, van construyendo de manera
inexorable un mundo lleno de pequeñas perversiones. Un mundo en el
que cuando nos encontramos con algo verdaderamente bueno nos llama la
atencion y lo consideramos noticia.
Las grandes
campañas racistas comienzan por el silencio ante un unico comentario
xenofobo o por reirle la gracia a un estadio de futbol que grita
"negro" como si fuera un insulto. Se comienza a perseguir a
la gente, cuando no reaccionamos ante un gesto de intolerancia.
El capitalismo
salvaje no es una teoria lejana, practicada por grandes
corporaciones, anida y esta presente en cada empresa que se aprovecha
de un resquicio de la ley para perjudicar a sus trabajadores.
Los atracadores,
tironeros, falsificadores, butroneros y ladrones de diverso pelaje no
son los unicos delincuentes que se dedican a robar, esos son los que
salen en los informativos y en los periodicos, pero alrededor nuestro
se mueven chorizos y ladrones que roban con todo el descaro y a los
que nadie se le ocurriria llamar nunca ladrones.
Todos conocemos
unos cuantos.
Esa es la
autentica y omnipresente “Maldad” de la que estoy hablando y la
que me parece mas peligrosa, porque suele enquistarse, como un virus,
en el interior de cada uno de nosotros, esperando con paciencia el
momento de manifestarse y cuando lo hace, no es con un gesto
grandioso y unico, lo mas frecuente es que lo haga cuando somos parte
de la multitud y cuando los alaridos de la masa nos impiden oir
nuestra propia voz.
Hablo de esa
maldad cotidiana, que en ultima instancia explica las peores
barbaridades.
Hablo de una
maldad infima y diaria con la que nos encontramos por doquier y hace
que resulte tan estremecedor el silencio de todos los que sin ningun
motivo creemos ser buenos.
Joaquin
Bretones
Heidelberg –
julio 2014
jueves, 19 de junio de 2014
España no esta para victorias
Esto si que es una solucion imaginativa para evitar el cruce en octavos con Brasil.
Agarras, te vas del torneo y ahi "sus" quedais.
De chicos jugabamos al futbol en aquellos patios de colegio con suelo de tierra que cuando llovia se convertian en fantasticos mapamundis de oceanos, islas y peninsula donde chapoteabamos con estusiasmo. Entonces siempre ocurria que en alguna ocasion el dueño de la pelota se enfadaba con alguien o por algo y zas agarraba el balon y se lo llevaba y nos dejaba a todos con un palmo de narices.
Por aquellos entonces una pelota de futbol era un bien muy preciado, y no todo el mundo tenia una, especialmente si era "de reglamento" con sus exagonos de cuero y su valvula para inflarla con la presion exacta. Y siempre ibamos con Brasil. A los niños españoles nos gustaba ver jugar y ganar a aquel Brasil de menuditos que se movian por el campo como si fueran de aire.
Hasta que algunos de aquellos niños decidieron que de mayores iban a jugar como los brasileños o mejor y se pusieron a ello con empeño y lo consiguieron y cuando se hicieron mayores fueron campeones de todo durante seis años con una habilidad y un preciosismo que nos dejaba a todos con la boca abierta.
Aquello era mas que futbol.
Aquello era una especie de danza celestial tan exacta y precisa que parecia mas bien un juego inventado por relojeros.
Hasta que un dia se acabo.
Tan subito como habia comenzado, como si alguno hubiera decidido coger la pelota y salir corriendo para casa y dejar a todo el mundo mirando.
Nos hemos quedado un poco asi, como alelados, con la boca abierta, igual que en aquellos dias lejanos llenos de patios de colegio y balones de futbol.
Tiene su lado bueno. Hace cuatro años, la victoria en el mundial ayudo a sobrellevar el peso de lo mas duro de la crisis en nuestro pais. Estabamos jodidos pero eramos los campeones. Teniamos algo de lo que sentirnos orgullosos. En medio de la peor pesadilla podiamos pensar en algo que nos hacia daba ilusion. El mundial de futbol fue una terapia bendita para millones de personas en un pais postrado y hundido en la miseria.
Estas derrotas infames del mismo equipo nos quitan ese velo de los ojos y con ser duro, quizas sea necesario. Hace falta que nos enfrentemos a la realidad de lo que tenemos, que no es un pais de campeones, sino de sinvergüenzas y golfos que nos roban a manos llenas.
Hace falta que nos dejemos de contemplaciones y miremos el triste espectaculo de nuestro pais con algo mas que contemplaciones.
Tenemos lo que tenemos y no es un panorama halagüeño. Haria falta tomar conciencia de esa realidad y de la necesidad de cambiarla, de solucionarla.
Empezando por juzgar y meter en la carcel a un buen monton de sinvergüenzas que han metido mano en la caja y se han llevado lo que no es suyo, lo que es de todos.
España no esta para victorias, españa no esta para sacar pecho, ni para campeonatos de nada.
España esta para que le pongamos remedio y quien no va a venir a ponerselo son esos mismos que nos roban y nos atropellan.
Somos tu y yo, somos la gente normal y honesta que hay en este pais a pesar de los golfos que nos dirigen.
Vamos a dejarnos de falsos laureles y miremos a la realidad a la cara. No va a ser facil, pero es hora de ponerse manos a la obra.
Agarras, te vas del torneo y ahi "sus" quedais.
De chicos jugabamos al futbol en aquellos patios de colegio con suelo de tierra que cuando llovia se convertian en fantasticos mapamundis de oceanos, islas y peninsula donde chapoteabamos con estusiasmo. Entonces siempre ocurria que en alguna ocasion el dueño de la pelota se enfadaba con alguien o por algo y zas agarraba el balon y se lo llevaba y nos dejaba a todos con un palmo de narices.
Por aquellos entonces una pelota de futbol era un bien muy preciado, y no todo el mundo tenia una, especialmente si era "de reglamento" con sus exagonos de cuero y su valvula para inflarla con la presion exacta. Y siempre ibamos con Brasil. A los niños españoles nos gustaba ver jugar y ganar a aquel Brasil de menuditos que se movian por el campo como si fueran de aire.
Hasta que algunos de aquellos niños decidieron que de mayores iban a jugar como los brasileños o mejor y se pusieron a ello con empeño y lo consiguieron y cuando se hicieron mayores fueron campeones de todo durante seis años con una habilidad y un preciosismo que nos dejaba a todos con la boca abierta.
Aquello era mas que futbol.
Aquello era una especie de danza celestial tan exacta y precisa que parecia mas bien un juego inventado por relojeros.
Hasta que un dia se acabo.
Tan subito como habia comenzado, como si alguno hubiera decidido coger la pelota y salir corriendo para casa y dejar a todo el mundo mirando.
Nos hemos quedado un poco asi, como alelados, con la boca abierta, igual que en aquellos dias lejanos llenos de patios de colegio y balones de futbol.
Tiene su lado bueno. Hace cuatro años, la victoria en el mundial ayudo a sobrellevar el peso de lo mas duro de la crisis en nuestro pais. Estabamos jodidos pero eramos los campeones. Teniamos algo de lo que sentirnos orgullosos. En medio de la peor pesadilla podiamos pensar en algo que nos hacia daba ilusion. El mundial de futbol fue una terapia bendita para millones de personas en un pais postrado y hundido en la miseria.
Estas derrotas infames del mismo equipo nos quitan ese velo de los ojos y con ser duro, quizas sea necesario. Hace falta que nos enfrentemos a la realidad de lo que tenemos, que no es un pais de campeones, sino de sinvergüenzas y golfos que nos roban a manos llenas.
Hace falta que nos dejemos de contemplaciones y miremos el triste espectaculo de nuestro pais con algo mas que contemplaciones.
Tenemos lo que tenemos y no es un panorama halagüeño. Haria falta tomar conciencia de esa realidad y de la necesidad de cambiarla, de solucionarla.
Empezando por juzgar y meter en la carcel a un buen monton de sinvergüenzas que han metido mano en la caja y se han llevado lo que no es suyo, lo que es de todos.
España no esta para victorias, españa no esta para sacar pecho, ni para campeonatos de nada.
España esta para que le pongamos remedio y quien no va a venir a ponerselo son esos mismos que nos roban y nos atropellan.
Somos tu y yo, somos la gente normal y honesta que hay en este pais a pesar de los golfos que nos dirigen.
Vamos a dejarnos de falsos laureles y miremos a la realidad a la cara. No va a ser facil, pero es hora de ponerse manos a la obra.
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