Hubo
un tiempo, quizas tan solo soñado, en el que el periodismo estaba
nutrido de tipos que ansiaban contar la verdad. La pretension de que
exista "la" verdad no deja de ser ingenua. Pero al menos
eran tiempos de ilusion en los que aun se podia creer que existia un
futuro mejor.
Ahora
no sabemos, ni siquiera, si existe futuro.
Resulta
curiosa la paradoja por la cual, mientras el periodismo suele ser
algo bien visible por definicion, sus entresijos, su mundo real, es
cerrado y oscuro, impenetrable para quien no sea un iniciado. Es una
de las profesiones mas cripticas, por obligacion y por vocacion. Lo
que realmente sabe un periodico, ni siquiera se le pasa por la cabeza
a quien lo lee. Es mas importante aquello que los periodicos callan,
que lo que llegan a decir. Muy a menudo, las razones por las que un
periodista cuenta, o deja de contar algo, las desconoce hasta su
propio director.
Es
posible que por eso pocos que no pertenezcan al periodismo, o esten
relacionados con el estrechamente, sepan que uno de los mundos en el
que la crisis se ha cebado con especial crueldad es el de los
periodistas y sus lugares habituales de trabajo, los medios de
comunicacion.
El
periodismo sufre la crisis general, como todo el mundo.
Pero
tambien padece una crisis especifica, la de los medios y en concreto
la de los periodicos tal y como los conocemos. El mundo de la
comunicacion esta cambiando tan rapido, que nadie es capaz de
adaptarse con exito. Ni siquiera, por muy guru de la cosa que sea,
hay alguien que sepa con claridad hacia donde se esta moviendo y cual
seria la mejor estrategia para capear el temporal.
Y
sin embargo no son esas dos crisis superpuestas las peores. El
periodismo sufre ademas una crisis "profesional" dificil de
definir y por eso aun mas dura. Casi todos los periodistas estan de
acuerdo en que esa crisis de la profesion existe y es profunda, pero
es casi imposible explicar en que consiste con exactitud. En general,
viene dada por el acceso masivo del publico a la posibilidad de
expresarse a traves de internet y los cambios de mentalidad que ello
conlleva. Fenomenos como las redes sociales, o el "periodismo
ciudadano" a traves de los blogs, han socavado los pilares de la
profesion y demuestran que el periodismo deberia de evolucionar para
acomodarse a las nuevas necesidades, pero ¿como cambiar cuando no se
sabe ni siquiera lo que esta ocurriendo?.
Lo
cierto es que quienes hasta ahora tenian que conformarse con su papel
de lectores, espectadores u oyentes, pueden ya contar lo que ocurre a
su alrededor o dar su opinion y llegar a millones de personas, que a
su vez pueden hacer lo mismo, en un bucle casi infinito. El
periodismo ha perdido una parte sustancial de su razon de ser y se
busca a si mismo entre los pliegues de una profesion, en la que no
termina de encontrarse.
Esto
no es un problema local, es asi en todo el mundo, solo que en nuestro
pais la crisis de identidad periodistica reviste un caracter de
especial gravedad, porque desde hace tiempo las empresas del sector
habian perdido de vista quienes eran, para convertirse solo en
inmensos devoradores de dinero publico y privado. Tigres de papel que
solo rugian para hacerse pagar favores. Cuando el dinero deja de
circular y el despilfarro llega a su fin, por mucho que gesticulen,
se encuentran con las manos vacias y miran perplejos a su alrededor,
incapaces de entender la nueva situacion.
Quienes
antes les daban dinero para que callaran, ahora han cerrado el grifo
o estan muertos y muchos medios ven como la muerte se acerca a ellos,
paso a paso. Inexorable.
Y
es que la prensa ha sido una parte muy importante de esta inmensa
mentira, de esta colosal estafa, que al explosionar, nos ha dejado la
crisis como maldicion y recuerdo imborrable.
Sin
embargo, es posible que esta situacion de absoluta postracion
economica e institucional en la que hemos caido, sirva para rescatar
a los profesionales del periodismo de la perplejidad en la que se
mueven. Puede parecer una broma cruel, pero aun les queda una
oportunidad. Quizas la solucion para lograr adaptarse a estas nuevas
realidades, sea volver a los origenes. Ese periodismo herido en busca
de si mismo, puede aun reencontrase con su papel de decidores de la
verdad.
Volver
a ser los Pepito Grillo de una sociedad herida de muerte por tantos
corruptos imbeciles.
Dejar
de comportarse como los voceadores de quien les paga con dinero
sucio, para ejercer de nuevo como el cuarto poder, como alternativa a
los poderosos, a la verdad oficial y a los poderes ocultos.
Volver
a ser aquello para lo que nacieron un dia, para contarnos lo que de
verdad ocurre. Constituirse en testigos que impidan a los malvados
aprovecharse de la oscuridad.
Que
este pais esta gravemente enfermo de corrupcion, de ineptitud, de
falta de etica y hasta del pudor para esconderlo, no creo que lo dude
nadie. Los politicos, los banqueros, los grandes empresarios, se han
quitado las mascaras y estan dispuestos a expoliarnos para salvarse
ellos.
El
ciudadano no cree ya en nadie, ni en nada, porque no hay nada en
quien creer.
Por
eso mismo, quizas, el periodismo aun tiene una posibilidad, la de
contarnos que es lo que nos esta pasando y con eso contribuir a
darnos la posibilidad de cambiar las cosas.
Hay
que refundar el periodismo; rebuscar entre sus fundamentos para
encontrar la fuerza de volver a contar las cosas y asi hacer que la
verdad se sepa.
En
este pais el dinero no es la primera necesidad, es la honestidad que
durante tanto tiempo nos ha faltado. Son la integridad, la decencia,
esas palabras que hemos perdido por el camino y de las que ya apenas
recordamos el significado. Una prensa que mire hacia atras, a sus
origenes, es la prensa que nos puede devolver el futuro.
Quizas
sea hora de volver a ver “Buenas
Noches y Buena Suerte” y de repetir su secuencia final:
“No descendemos de hombres cobardes, hombres que tuvieran miedo a
escribir, asociarse, a hablar y a defender causas. Podemos negar
nuestra herencia y nuestra historia, pero no podemos huir de nuestras
responsabilidades. Casio tenia razon, la culpa, Bruto, no es de las
estrellas, sino de nosotros mismos. Buenas noches y Buena suerte."
Deberiamos
recordar que el periodismo es mucho mas que un monton de empresas
especuladoras, recaudadoras de dinero dudoso a cambio de silencios
culpables.
Es
hora de reflexionar sobre principios,
justo porque
hemos llegado al final de
una epoca. Hablemos del comienzo de la
siguiente.
Joaquin
Bretones
Almeria,
12 de abril de 2013
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